Si te interesa tanto la cultura coreana como su idioma, seguro que ya sabrás que, al contrario que en otros países asiáticos como Japón o China en los que se utilizan sistemas de escritura basados en ideogramas (signos gráficos que representan una idea o concepto de forma sintética), en Corea del Sur se utiliza un alfabeto fonético, es decir, un sistema de escritura en el que cada símbolo corresponde a un sonido: el hangul (한글). Sin embargo, ¿sabías que esto no fue siempre así?


China fue la primera civilización que surgió en Asia Oriental y esto hizo que las naciones vecinas la contemplaran con admiración y quisieran imitarla. Por ello a lo largo de su historia, con diferente intensidad según los periodos, Corea fue integrando elementos de la cultura y organización social proveniente de China, en particular las normas culturales confucianas y la versión china del Budismo. A raíz de esto, se acabó introduciendo y adoptando paulatinamente en la península coreana tanto la lengua escrita china como gran parte del vocabulario usado en el gran gigante asiático. Por ello, a día de hoy alrededor del 50% del vocabulario coreano se compone de palabras provenientes del chino. Por ejemplo, casi todos los patronímicos, toponímicos y nombres de los coreanos provienen de dicho idioma.
Sin embargo, como lengua oral, el coreano siempre ha sido totalmente distinto al chino. El chino es una lengua “aislante”, cuyas palabras consisten en una o más raíces monosilábicas invariables; mientras que el coreano es una lengua “aglutinante”, con raíces polisilábicas que toman numerosas inflexiones y una compleja serie de sufijos gramaticales. El orden gramatical de las palabras también es muy distinto en las dos lenguas: por ejemplo, el chino ubica el verbo antes del objeto y la preposición antes del sustantivo, como en inglés, mientras que el coreano pone el verbo al final de la cláusula y usa “posposiciones” más que preposiciones. Consecuentemente, a los coreanos les resultaba prácticamente imposible expresar con exactitud todo aquello que pensaban y sentían a través del sistema de escritura usado en China.
Por ello, tras la introducción de los caracteres chinos en Corea, se comenzaron a idear distintos sistemas de escritura a fin de adaptar dichos caracteres a la lengua oral coreana. Durante la dinastía Silla (618-935 d.C.) los eruditos del reino idearon un sistema de escritura basado en el uso de los caracteres chinos de un modo abreviado para simbolizar los sonidos de las palabras coreanas: el idu. Sin embargo, durante la era Goryeo (918-1392), se produjo de nuevo un retorno al uso de los caracteres chinos abandonándose prácticamente el uso de dicho sistema, debido a la dificultad de su uso. Tras ello, hubo algunos otros intentos de buscar métodos mejores para expresar el coreano por escrito, entre los que se encuentra la creación del primer alfabeto coreano, el hangul (que por aquel entonces fue promulgado bajo el nombre de hunmin jeongeum, “sonidos apropiados para instruir a la gente”), en el siglo XV durante el reinado del rey Sejong, el cuarto rey de la dinastía Joseon. Sin embargo, gran parte de los eruditos del reino se opusieron a la introducción de dicho alfabeto. Algunos argumentaban que la adopción de un sistema de escritura propio haría imposible la identificación de la civilización coreana con la por aquel entonces grandiosa civilización china, y otros que era un sistema tan simple y vulgar que incluso las mujeres, que en esta época no tenían acceso a una educación académica, podían fácilmente aprenderlo. Por ello, el hangul acabo siendo utilizado exclusivamente por los estratos sociales más bajos y el chino clásico continuó ejerciendo prácticamente un monopolio del lenguaje escrito hasta finales del siglo XIX, cuando se produjo el colapso del sistema político y educativo tradicional. Sin embargo, incluso tras el desplome de dichos sistemas y el de la influencia que ejercía China sobre la península, las dificultadas sufridas por el alfabeto coreano continuarían siendo una constante.
Con la llegada del poder colonial japonés a la península coreana en 1910, la lengua coreana y su escritura sufrieron, una vez más, un grave revés. Los colonizadores japoneses necesitaban conseguir que la población coreana asimilara la cultura japonesa y apoyara al Imperio, dejando atrás todo aquello que los unía y distinguía como pueblo. Consecuentemente, uno de los principales objetivos de los japoneses fue la destrucción del coreano. En 1938 se produce la prohibición de los textos escolares escritos en coreano en las escuelas. Los periódicos escritos en coreano fueron cerrados. Y dos años después, 30 estudiosos de la lengua coreana pertenecientes al Centro de Investigación de la Lengua Coreana fueron aprisionados y comenzó una exhaustiva campaña para imponer el uso exclusivo de la lengua japonesa.
Por suerte, una vez se puso fin a la Segunda Guerra Mundial y se proclamó, de una vez por todas, la independencia de la península coreana en agosto de 1945, la lengua coreana y su sistema de escritura propio, el hangul, surgieron de nuevo y con más fuerza que nunca. Desde entonces se han producido algunas reformas en el alfabeto buscando su simplificación y mejor uso; y su utilización se ha extendido a todos los niveles de la sociedad.
Ahora bien.. ¿En qué consiste dicho sistema de escritura? ¿Cómo se escribe y se usa?
Si te gustaría darle respuesta a esas preguntas.. ¿Te pasas por aquí la semana que viene y seguimos charlando?

